Los recubrimientos metálicos —galvanizado en caliente, metalizado por arco o proyección térmica de zinc-aluminio— son la primera barrera contra la corrosión. Sin embargo, en climas extremos (bruma marina, lluvia ácida, sal de deshielo, atmósferas químicas o abrasión por arena) incluso esas capas se desgastan con el tiempo.
Para multiplicar su durabilidad, Autocromes aplica selladores y top-coats que sellan la porosidad, repelen la humedad y preservan la estética del acero. A continuación verás qué son, por qué funcionan y cómo los aplicamos de forma profesional y certificada.
Dependiendo del ambiente y del acabado requerido, Autocromes recomienda uno de estos tres esquemas:
El metalizado deja una rugosidad microscópica que absorbe agua y sales. El sellador penetra y polimeriza dentro de esos poros, evitando cebado de corrosión.
Cada litro de lluvia salina consume parte de la capa de zinc. Un top-coat actúa como paraguas: el zinc trabaja menos y dura mucho más.
Ácidos industriales, SO₂ o rayos ultravioleta degradan lentamente la superficie de zinc. Una película poliuretánica o siloxánica evita esa erosión.
El galvanizado pasa de brillo plateado a gris mate y puede presentar manchas blancas. Un top-coat (transparente o pigmentado) mantiene el color y el brillo inicial durante décadas.
Autocromes trabaja con cinco familias de productos, seleccionadas según el ambiente y la función:
Cada uno de estos sistemas está ensayado conforme a ISO 12944 y cámaras de niebla salina, de modo que la elección final se basa en la agresividad del ambiente, la temperatura de servicio y los requisitos estéticos del proyecto.
*Mezcla controlada * – Usamos agitadores mecha lenta para no incorporar aire.
*Equipos Airless * – Bombas 45:1 a 180–220 bar con boquilla 0.015–0.019″ para selladores; 0.017–0.021″ para top-coats.
Espesores – Sellador 40 μm húmedo (≈20 μm seco); top-coat PU 80 μm húmedo (≈50 μm seco).
*Curado rápido * – Catalizadores alta solidez que permiten manipulación ligera en 8 h y curing total en 7 días.
Control de calidad – Medidor de espesor magnético y prueba de rejilla cross-cut según ISO 2409.
Una vez aplicado el sistema sellador / top-coat, Autocromes recomienda un pequeño protocolo de seguimiento para garantizar que la protección se mantenga en el tiempo:
Este plan sencillo —inspeccionar, medir, limpiar y documentar— permite que los selladores y top-coats mantengan la integridad del recubrimiento metálico durante varias décadas, reduciendo al mínimo las intervenciones y asegurando que la inversión realizada en protección anticorrosiva se amortice plenamente.
¿Se puede sellar un galvanizado envejecido?
Sí, siempre que se elimine el óxido blanco suelto con lavado a presión y cepillo suave.
¿Cuándo aplicar el sellador después del metalizado?
En las primeras 24–48 h, una vez el zinc haya liberado hidrógeno y la temperatura de la pieza sea ambiente.
¿Cuántas capas necesita un sistema completo?
Para ambientes C5-M recomendamos 1 capa de sellador y 1 top-coat poliuretánico; en C3 basta con un sellador transparente.
El sellado de galvanizados y metalizados es la última barrera —sencilla y económica— que transforma un buen recubrimiento catódico en un sistema de protección de varias décadas. Autocromes selecciona la química óptima (epoxi, PU, siloxano o silicónico), garantiza una aplicación controlada por técnicos certificados y avala el proceso con ensayos de adherencia y espesor in situ. Si tu estructura metálica opera en costa, industria química, clima tropical o carretera nevada, añade un sellador/top-coat y olvídate de la corrosión.
¿Listo para duplicar la vida de tus recubrimientos? Ponte en contacto con Autocromes: analizaremos tu exposición ambiental, escogeremos el sistema adecuado y planificaremos la aplicación con la mínima interrupción de servicio.