Las carrocerías y bastidores modernos se diseñan con perfiles huecos, refuerzos internos y soldaduras que complican la protección anticorrosiva. Cuando un primer convencional se aplica con pistola, la pintura apenas penetra unos centímetros en las cavidades y los cordones de soldadura quedan subprotegidos. La cataphoresis —o e-coat— resuelve ese cuello de botella: la pieza se sumerge por completo en un baño acuoso de resina epoxi catiónica y, al aplicarse corriente continua, la pintura se deposita desde dentro hacia fuera con el mismo espesor tanto en la cara exterior como en la arista más profunda de un tubo cerrado.
Autocromes explota esta tecnología en una línea de 60 m³ que trabaja 24/7, alimentada por un sistema de ultrafiltración capaz de recircular el 98 % del agua de aclarado. El flujo productivo integra, de forma encadenada, desengrase alcalino, desoxidado ácido, fosfatado de zinc microcristalino y e-coat, y se completa —cuando el proyecto lo exige— con un acabado de poliéster en polvo. Toda la ruta está gobernada por un MES que archiva temperatura, pH, tensión y tiempo de inmersión lote a lote, de modo que la trazabilidad de diez años exigida por los OEM de automoción queda garantizada.
El principio físico-químico es sencillo: la pieza se conecta como cátodo y se introduce en una suspensión acuosa de resina epoxi protonada. Al aumentar gradualmente la tensión (habitualmente entre 240 V y 320 V), los iones de resina migran hacia la superficie metálica y allí pierden su carga por reducción de agua generando hidróxido. Esa elevación puntual de pH hace que la resina pierda solubilidad, coagule y cree una capa continua. A los pocos segundos, la película recién formada actúa como aislante, la corriente cae y el depósito se detiene de manera natural, lo que explica la uniformidad milimétrica que caracteriza al proceso.
Una vez escurrida, la pieza pasa a un horno de convección forzada a 180 °C durante veinte minutos. El calor reticula los grupos epoxi y confiere al film su resistencia definitiva al impacto, la flexión y la corrosión.
Cada una de estas etapas se controla con sondas de pH y conductividad; si un parámetro se sale de tolerancia, el PLC rechaza la cesta y la devuelve al inicio de túnel antes de permitir que se sumerja en la cuba de pintura.
Cobertura total. Al depositarse por migración iónica, la capa recubre soldaduras lap-joint, roscas interiores y cavidades imposibles para una pistola airless. Las aristas vivas, tradicionalmente zonas de película fina, reciben exactamente el mismo espesor que la superficie plana.
Espesor fino y estable. Con la rampa de tensión optimizada por Autocromes, el espesor final se controla entre 18 µm y 25 µm con una dispersión máxima de ±2 µm. Esto evita repasar roscas o perforaciones posteriores y asegura que el peso añadido sea mínimo, algo que importa en bastidores de bicicleta o componentes aeronáuticos secundarios.
Resistencia catódica prolongada. La combinación fosfato + e-coat supera sin corrosión roja las 1 000 h de niebla salina neutra ASTM B117 y resiste 30 ciclos Kesternich (SO₂ + sal) sin ampollarse. En ensayos internos, bastidores con este sistema duplicaron la vida frente a un primer epoxi asperjado de espesor similar.
Compatibilidad con acabados finales. La superficie epoxi deja una tensión superficial de 38 – 40 mN m-¹; sobre ella se puede aplicar poliéster termoendurecible o poliuretano húmedo sin imprimaciones intermedias y obtener adherencias pull-off de 10 MPa o más.
Sostenibilidad certificada. El contenido en sólidos del baño se mantiene en un 18 %. El agua de aclarado recircula tras ultrafiltración y las emisiones totales de COV del taller se quedan por debajo de 50 g L-¹, cumpliendo la norma de emisiones industriales sin inversiones complementarias en posquemadores.
Cada lote atraviesa un programa de verificación rígido. Un inspector toma cinco mediciones de espesor con sonda magnética, anota valores y confirma que la variación no supere dos micras. Se practica un corte en rejilla y se aplica cinta adhesiva; la película debe permanecer intacta, calificación «clase 0» según ISO 2409. A continuación, se pliega una probeta de chapa fosfatada-pintada en mandril de tres milímetros; si aparece fisura, el lote se aparta y se investiga la curva de curado.
Probetas testigo acompañan al bastidor desde el desengrase hasta el horno. Una se reserva para cámara de niebla salina, otra para impacto de esfera (IEC 60068) y una tercera para flexión dinámica. Los resultados se cargan en el MES y se anexan al informe PDF firmado digitalmente que Autocromes entrega con cada expedición.
Un proveedor de bastidores para vehículos eléctricos aplicaba un primer epoxi por robotización airless. A los nueve meses de servicio en climas fríos, las inspecciones revelaban óxido originado en tubos longitudinales huecos. Tras un análisis conjunto, se migró al proceso de cataphoresis de Autocromes, se mantuvo el color corporativo con un poliéster en polvo y se redujo el espesor total en 12 %. Durante cuarenta mil kilómetros de ensayo acelerado —rociado de salmuera, ciclos térmicos y gravilla— no apareció corrosión penetrante. El OEM reportó una caída del 68 % en reclamaciones por óxido y eliminó la fase de sellado manual con cierres de goma, acortando cuarenta y cinco segundos por bastidor en la línea final.
¿Puede aplicarse e-coat sobre aluminio?
Sí, siempre que el metal reciba una conversión de zirconio o un no-crómico tipo titanio-zirconio. Autocromes ajusta la tensión a 200 V para evitar sobre-evolución de gas y microburbujeo.
¿Introducirá fragilización por hidrógeno?
No. A diferencia del zincado alcalino, la cataphoresis no genera hidrógeno en la red metálica; los tensiones internas de tornillería 10.9 o 12.9 permanecen intactas.
¿Se pueden enmascarar zonas críticas?
Sí. Se utilizan tapones EPDM reutilizables y lacas pelables termo-resistentes. Una vez curada la pieza, las lamas se retiran dejando la zona libre de pintura para superficies de masa o contactos eléctricos.
La instalación de Autocromes cuenta con ISO 14001 y gestiona los lodos epoxi como residuo no peligroso destinado a valorización energética. La recirculación de aclarados reduce el consumo neto de agua a dos litros por hora, un valor mínimo para instalaciones de esta escala. Todo el proceso está libre de plomo, estaño y cromatos, cumpliendo los límites de REACH, RoHS y la nueva normativa China GB/T 39017-2020 para tornillería sin Cr VI.
La cataphoresis aplicada por Autocromes garantiza una imprimación uniforme, fina y ecológica que protege incluso las cavidades y cordones más inaccesibles. Gracias al control automatizado de parámetros y a la trazabilidad completa, este proceso cumple los exigentes estándares de automoción, bicicleta eléctrica y maquinaria agrícola, proporcionando más de 1 000 h de resistencia a niebla salina y una base perfecta para acabados dúplex de larga duración. Si tu proyecto requiere protección anticorrosiva de alto nivel sin recurrir a cromatos ni procesos galvanoplásticos, ponte en contacto con el equipo técnico de Autocromes: te asesoraremos en la integración de la línea e-coat dentro de tu cadena de producción y en la selección del acabado final que mejor se adapte a tus especificaciones.